11.10.07

Rodrigo Archubi



El 10 de diciembre de 2006, Boca Juniors contaba con una oportunidad inmejorable para consagrarse tricampeón por primera vez en su historia, logro que siempre quiso obtener debido a que su eterno rival, River Plate, lo había conquistado en tres oportunidades distintas.
El ambiante en la Bombonera era el mejor. El conjunto dirigido ya en ese entonces por Ricardo La Volpe tenía dos resultados favorables para lograr el objetivo: la victoria, y el empate. Las banderas ya agradecían a los jugadores y cuerpo técnico y hacían alusión a una nueva conquista. Pero en el fútbol nunca se debe festejar antes de tiempo, ni siquiera cuando a los 40 minutos de la primera parte se está ganando 1-0 con tanto anotado por Martín Palermo de penal. El rival era Lanús, que llegaba sin presiones y con ganas de amargarle la fiesta al máximo candidato a llevarse la corona, y por eso -y hasta cuando perdía- desplegó un excelente volumen de juego por el verde -y blanco por la cantidad de papelitos- cesped.
A los 44 minutos del primer tiempo, y cuando parecía que el descanso llegaría con la victoria parcial del xeneize, un centro llovido desde la derecha derivó en la cabeza goleadora de Claudio Graf, quien decretó el 1-1 e hizo que el entretiempo tuviera un tinte de suspenso y que en el estadio gobernara una tensa calma.
Pero la tensión pasó de ser calma a verborrágica cuando a los 12 minutos, Rodrigo Archubi se introdujo entre dos jugadores rivales, hizo una pared con un compañero y con un toque preciso y combado incrustó la pelota en el segundo palo. Era el gol que le quitaba la posibilidad a Boca de consagrarse directamente y obligaba a jugar un partido desempate con Estudiantes de La Plata, que venía en alza. Pero claro, el conjunto de Simeone aun no lograba doblegar al duro Arsenal, por lo que todavía Boca se consagraba tricampeón. Por ello es que debido a la impotencia mostrada por el once de La Volpe y el dominio de Lanús, los hinchas locales comenzaron a hacer protagonistas a las radios que transmitian el choque en el Estadio Unico de La Plata.
El contraste absoluto entre una cancha y otra se dio cuando a poco del final, Agustín Alayes cabeceó un centro de Leandro Benítez y puso el 1-0 que obligaba a un partido desempate. Luego Mariano Pavone liquidaría el pleito con un tremendo remate ante la mirada atónita de Mario Cuenca.
Ese gol de Rodrigo Archubi no solo le quitó la posibilidad a Boca juniors de consagrase tricampeón directamente, sinó que también le permitió a Estudiantes vencerlo en el encuentro desempate y coronarse después de más de dos decadas.
Sin duda que este campeón juvenil sub-20 quedará en la memoria de los simpatizantes de estas dos parcialidades... y también en la de los de River Plate, quienes no tardaron en hacer públicas sus cargadas.